AUCKLAND, Nueva Zelanda.- Había un 99,99% de posibilidades de que ganaran los All Blacks. Y así fue. La chance era mínima. Pero no puede, no debe haber reproches, al menos ahora. La sangre aún esta muy caliente.

Calientes fueron también los primeros 60 minutos, cuando los de negro, los favoritos, los locales, los amigos del arbitro tuvieron que exigirse al maximo para manejar la pelota. Es que al frente había 15 pumas (y esto va mas allá de la simple denominación) que tacklearon lo que se les cruzaba. Fueron 135 al final del match.

Una barbaridad que marca dos cosas: Argentina se defendió y Nueva Zelanda atacó. Pero a Los Pumas, ante un rival como este, no le queda otra. Y se agranda en las difíciles, contra los grandes. Lo sufrieron justamente Inglatera y los All Blacks.

Los mejores partidos, mas allá de la genialidad de Lucas Gonzalez contra Escocia, fueron esos dos. Se terminó el mundial para Argentina. Pero siempre se avanza. En 2007 fuimos terceros. No se alcanzará ese puesto en 2011 pero los entrenadores saben que la apuesta es siempre a futuro.

Aplausos para los guerreros míticos: Ledesma, Roncero, Albacete, Leguizamón, Farías (¡que try hizo el tucumano!, no se lo olvida más) y Contepomi. Asoma una nueva generación. Será la que deberá preparar el desembarco en el Cuatro Naciones. Esperan All Blacks, australianos y sudafricanos. Pero eso será en 2012. Ahora, al igual que lo que pasó cuando terminó el partido, es tiempo de la ovación. LA GACETA ©